En 1977, el joven, tímido y solitario que era George Lucas, tomó sus aventuras favoritas de la niñez y, sin querer queriendo, redefinió un género… Y de paso quizás al Cine mismo. Remezclando las clásicas aventuras fantásticas de matinée, terminó creando la más grande aventura fantástica clásica de todas. Y luego, pensó el tímido George, era hora de descansar. Pero la industria demanda y era necesario hacer más… ¿Como superar aquello que superó todo? ¿Cómo sorprender sobre lo sorprendente? ¿Cómo convertir aquella aventura en algo más, en una Tragedia Épica, en una pequeña “Odisea”? La respuesta es “El Imperio Contraataca”.
“La Guerra de las Galaxias” es lo que es gracias a “El Imperio Contraataca”. Una “Saga”, como tal. Una historia de padres e hijos, de bien y mal, de filosofías, de tentación e iluminación. Todos aquellos temas universales, esenciales, nacen ahí. Y a la larga, sin esta segunda parte, sin esta pequeña “adultez”, “La Guerra de las Galaxias” sería una aventura fresca, adolescente como sus protagonistas… pero quizás no mucho más. ¿Cuántas vidas tocaron las frases de Yoda? ¿Cuántas películas terminan mal, con los héroes derrotados y los villanos al acecho? ¿Qué dicen todos cuando les dices “Star Wars”?
Dicen “Yo soy tu padre”.
Cuando le encomendaron la tarea al tímido George, se sintió obligado a hacerse un lado. Los que hemos tenido la posibilidad de construir nuestra vida en torno al Cine, lo entendemos. Con varios infartos a su haber luego de la filmación, y la presión de superar lo que parecía insuperable, tuvo la grandeza de delegar la labor a otro director. Alguien más capacitado, quizás. Un “accidente” más, un ingrediente que confabuló a favor de crear el mito que es “Star Wars” a través de su legendaria continuación, que estos días cumple ya 30 años.
Un mito que hoy nos une e inspira a todos.
1 comentarios:
El señor Inti escribe tan lindo <3
:)
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